La recuperación de la infraestructura habitacional se ha convertido en una prioridad urgente para Cuba, especialmente tras los recientes eventos meteorológicos que han causado graves daños en diferentes regiones del país. Este sector, históricamente vulnerable a fenómenos climáticos de gran intensidad, enfrenta un proceso de recuperación complejo debido a la limitada capacidad para producir materiales de construcción y a las restricciones económicas actuales. Joaquín Alonso Vázquez, ministro de Economía y Planificación, explicó en declaraciones a la prensa que, aunque muchas familias aún residen en albergues temporales como resultado de huracanes anteriores, el gobierno busca soluciones definitivas para mejorar la calidad de vida de estas personas. Según el ministro, en provincias como Guantánamo, donde 510 viviendas temporales resultaron dañadas, se trabaja en su transformación en hogares permanentes con las condiciones necesarias, abordando así dos problemas de manera simultánea. Los planes de recuperación ya están en marcha y están enfocados en construir viviendas resilientes y adaptadas al cambio climático, pero su éxito dependerá de la disponibilidad de recursos y del apoyo a largo plazo para fortalecer el fondo habitacional del país. Estas acciones no solo se aplican a las afectaciones recientes causadas por los huracanes Oscar y Rafael, así como por movimientos telúricos, sino también a daños de eventos anteriores que aún no han sido resueltos. El impacto de los últimos fenómenos meteorológicos ha sido significativo. Según cifras preliminares, más de 34 000 viviendas han sufrido daños en distintos niveles, desde pérdidas totales hasta afectaciones parciales y en cubiertas. En el sector agrícola, las consecuencias también han sido graves, con daños reportados en 37 000 hectáreas de tierras de cultivo y 381 instalaciones agrícolas, lo que representa pérdidas económicas estimadas en 383 millones de pesos. El ministro señaló, además, que los recientes problemas del Sistema Eléctrico Nacional, junto con los eventos climáticos, han provocado un mes improductivo que ha afectado el desempeño económico del país. Para 2024, no se espera un crecimiento económico, aunque se trabaja intensamente en la recuperación de las áreas más afectadas. La prioridad de la recuperación habitacional y económica evidencia los desafíos estructurales que enfrenta el país, pero también destaca la voluntad de buscar soluciones sostenibles para proteger a las comunidades más vulnerables. Fuente: La de Majagua